El día de la elección, los votantes del condado de Maricopa introducen sus boletas en un tabulador en sitio en un centro de votación. Esta es una opción solo para los votantes que hacen fila, registran su llegada, presentan su identificación, obtienen una nueva boleta impresa y llenan la boleta en el centro de votación. Una vez que hayan llenado sus boletas, los votantes pueden introducirlas directamente en los mini-tabuladores del lugar de votación.
Después del cierre de las urnas y de que todos los votantes hayan abandonado el lugar de votación, los empleados bipartidistas del condado retiran las tarjetas de memoria de los mini-tabuladores y las colocan en paquetes a prueba de manipulaciones para transportarlas de forma segura. En el centro electoral central, los trabajadores verifican la seguridad de las tarjetas de memoria y, posteriormente, cargan los resultados de las tarjetas de memoria en el servidor electoral que suma todos los resultados.
A medida que se reciben más tarjetas de memoria de los centros de votación, se añaden más resultados al servidor y se dan a conocer más resultados al público. Estos votantes presenciales del día de la elección suelen representar entre el 10 y el 15 por ciento del voto total.